El tratamiento de oxidación de metales consiste en la formación de una película protectora de óxido sobre la superficie de los metales mediante la interacción con oxígeno u oxidantes, lo que previene la corrosión del metal. Los métodos de oxidación incluyen la oxidación térmica, la oxidación alcalina y la oxidación ácida.
El tratamiento de oxidación de metales consiste en la formación de una película protectora de óxido sobre la superficie de los metales mediante la interacción con oxígeno u oxidantes, lo que previene la corrosión del metal. Los métodos de oxidación incluyen la oxidación térmica, la oxidación alcalina, la oxidación ácida (para metales negros), la oxidación química y la oxidación anódica (para metales no ferrosos), entre otros.
Los productos metálicos se calientan a 600 ℃-650 ℃ mediante oxidación térmica y luego se tratan con vapor caliente y agentes reductores. Otro método consiste en sumergir los productos metálicos en sales metálicas alcalinas fundidas a aproximadamente 300 ℃ para su tratamiento.
Al utilizar el método de oxidación alcalina, sumerja las piezas en una solución preparada y caliéntelas a una temperatura de 135 °C a 155 °C. La duración del tratamiento depende del contenido de carbono de las piezas. Tras el tratamiento de oxidación de las piezas metálicas, enjuáguelas con agua jabonosa (15 g/L a 20 g/L) a una temperatura de 60 °C a 80 °C durante 2 a 5 minutos. A continuación, enjuáguelas con agua fría y caliente, respectivamente, y séquelas con secador o secadora durante 5 a 10 minutos (a una temperatura de 80 °C a 90 °C).
El método de oxidación ácida consiste en sumergir las piezas en una solución ácida para su tratamiento. En comparación con el método de oxidación alcalina, el método de oxidación ácida es más económico. La película protectora generada sobre la superficie metálica tras el tratamiento presenta mayor resistencia a la corrosión y resistencia mecánica que la película delgada generada tras el tratamiento de oxidación alcalina.
El método de oxidación química es principalmente adecuado para el tratamiento de oxidación de metales no ferrosos como el aluminio, el cobre, el magnesio y sus aleaciones. El proceso consiste en colocar las piezas en una solución preparada y, tras una reacción de oxidación a una temperatura determinada durante un tiempo determinado, se forma una película protectora que posteriormente puede limpiarse y secarse.
El anodizado es otro método para la oxidación de metales no ferrosos. Consiste en utilizar piezas metálicas como ánodos y métodos electrolíticos para formar películas de óxido en sus superficies. Este tipo de película de óxido puede actuar como película de pasivación entre el metal y la película de recubrimiento, además de aumentar la fuerza de adhesión entre los recubrimientos y los metales, reducir la penetración de humedad y, por lo tanto, prolongar la vida útil de los recubrimientos. Se utiliza ampliamente en la capa inferior de la pintura.
Hora de publicación: 16 de diciembre de 2024